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Hipnotizando a mamá. - Fictograma
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Hipnotizando a mamá.

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Gnzo25

Publicado el 2025-09-18 20:42:34 | Vistas 98
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CAPÍTULO 1. INICIO

Soy un chico, que no interactúa bien con los demás, no tengo amigos y mucho menos una novia, básicamente las chicas rehúyen mi presencia.

Vivo en casa de mis padres, mi padre y madre trabajan en oficinas gubernamentales así que no está en casa hasta que es de noche.

Mi madre es jefa de departamento muy exitosa se dedica a trabajar mucho ahora que tiene este puesto nuevo por eso últimamente nos hemos distanciado un poco.

El estrés de su nuevo puesto le ha echo asistir a terapias psicológicas, ya que por momentos tiene comportamientos extraños algunos días es súper amorosa y al otro día me regaña sin razón alguna.

Así que cuando llegó a casa de la escuela me encierro en mi habitación a jugar videojuegos o cuando me da la gana me masturbo.

Mientras me masturbaba fantaseaba con chicas de la escuela que me atraían o en ocasiones fantaseo con mujeres más maduras para edad, pensando en mi madre y a sus amigas eso era la mera a conseguir.

Mi madre es una mujer castaña aunque se pinta el cabello de rubia de 38 años tiene unas tetas enormes 40D, averigüé ese dato cuando me atreví a incursionar entre sus cajones para ver su talla de su sostén, su culo es grande y firmé con unas caderas y piernas igual de generosas.

Debería ser enfermizo que mi propia madre me excite pero simplemente es algo que no puedo evitar.

Cierto día llegaba de la escuela, había sido un día largo y solo quería meterme a mi habitación y conectarme a internet cuando para mi sorpresa mi madre me estaba esperando en la entrada de la casa, usando unos jeans, una blusa blanca y unos zapatos bajos.


—Diego, necesito que me acompañes— dijo mi madre.


— Pero mamá, tengo bastante tarea que entregar— dije intentando zafarme de esa situación solo quería jugar videojuegos.


— Diego no pongas una excusa tan barata— respondió mi madre con mirada severa— después de mi terapia iré de compras cosas al supermercado y necesito ayuda con las bolsas—

Sabía que no ganaría esa discusión así que busque mi Swich para no estar aburrido en el consultorio no me quedó otra opción que acompañarla.

Serían aproximadamente las 6 de la tarde, el consultorio de aquel loquero estaba prácticamente vacío ya que mi madre era la última cita del día, los juegos que traía ya me habían aburrido y no sabía en qué mas entretenerme.

Incluso intenté hablar con la recepcionista para pasar el tiempo pero era casi como hablar con un robot.

Estuve un buen rato pensando en que hacer para no aburrirme en ese lugar, hasta que vi que la recepcionista se levantaba y salía del recibidor por lo que decidí aprovechar ese momento y espiar un poco en el consultorio a mi madre, tenía mucha curiosidad en saber cómo era su consulta.

Me acerque a la puerta y la empecé a abrir lentamente para tener una pequeña rendija por la que fácilmente podría ver lo que pasaba dentro de esa oficina sin ser notado.

Mi madre estaba recostada en un amplió diván color vino frente a ella un hombre que parecía estar en su madurez por el color de su cabello, él parecía estar tomando notas en una libreta de color verde, con una amplia sonrisa en su rostro.

Nada fuera de lo común de no ser por qué mi madre estaba sin ropa de la cintura para arriba y con sus manos jugaba con grandes pechos los apretaba, los juntaba y luego separaba para deleite de su único espectador.


—Muy bien Verónica— dijo aquel sujeto que supuse era el psicólogo— dime ¿cómo van tus sesiones de masturbación?—


—Me masturbo 3 veces al día amo, como usted me lo ordenó— respondió mi madre con un tono de voz un tanto mecánico.


—¡Enserio!— dijo aquel sujeto sin dejar de sonreír— por favor dame todos los detalles—


—Me masturbo en la mañana en mi cama antes que mi marido despierte, en la tarde lo hago en mi escritorio antes de que todos lleguen de comer y en la noche en la ducha antes de ir a dormir—

En cada una de esas afirmaciones mi madre apretaba sus pezones y parecía que los hacía girar un poco.

—¡Excelente vaca tetona!— dijo aquel sujeto bastante satisfecho por la respuesta— ¿y en qué piensas mientras te masturbas?—


—En usted mi amo como me lo ha ordenado— respondió mi madre sin vacilar


—¿Has tenido relaciones con tu marido?— preguntó con toda la calma del mundo


—¡No amo!, como usted lo ordenó, mi mente y cuerpo solo son de quien diga la palabra mágica— respondió mi madre sin vacilar.


—¡Muy bien mi vaca!— respondió el doctor—ahora quítate el pantalón y muéstrame tu encantador culo—


Enseguida mi madre obedeció aquella orden se levantó del diván y empezó a desabrochar sus jeans para revelar que usaba una diminuta tanga de color negro, me quedé boquiabierto jamás había visto ese tipo de ropa en sus cajones de ropa interior.

El inescrupuloso doctor disfrutaba mucho ese momento, lo que se comprobaba por su amplia sonrisa.


—¡Muy bien vaca!— dijo el doctor mientras le cedía el paso— ahora acuéstate en el escritorio y abra las piernas.—


—¡Sí amo!— respondió ella


Mi madre se acostó en el escrito de aquel doctor, y se abrió de piernas formando una sexy "V" . El estuvo un rato observando la obscena posición que había tomado su paciente se acercó a ella y comenzó a frotar su vagina por encima de su tanga lentamente después de unos minutos comenzó a meter dos dedos hasta que logró que se viniera.


—Me encanta lo rápido que te vienes vaca tetona— dijo el doctor mientras lamía los fluidos íntimos de sus dedos— Eres una pervertida adicta al sexo verdad—


—¡Si mi amo! soy una pervertida adicta al sexo— respondió ella con voz entrecortada.


El doctor se bajó el cierre de su pantalón para dejar en libertad su erecto miembro, sin más ceremonia le hizo de lado la tanguita y comenzó a penetrarla.


Toda aquella escena erótica me tenían bastante excitado, mi verga dura como una piedra se notaba claramente en mi pantalón y yo luchaba por mantener el control y no masturbarme en ese mismo lugar.


Mientras aquel doctor se cogía a mi madre le hacía las preguntas más obscenas que podría formular.


—Dime vaca, ¿que verga te gusta más la mía o la de tu marido?— dijo aquel sujeto sin dejar a lado su labor.


—ha… ha… La… suya mi amo… es más… grande… haha… ha— respondió mi madre entre gemidos.


—¿Tu marido ha hecho que te vengas como yo?— fue la siguiente pregunta del psicólogo


—Nooo… hahaha… jamás… lo ha logrado… mi amo— fue la respuesta de mi madre.


—¡Tu marido es un completo inútil!, una hembra de tu calibre debe ser usada con frecuencia hasta que tenga varios orgasmos— fue la cínica respuesta del psicólogo


—¡Si… sii… sii!, una hembra de mi calibre debe venirse muchas veces… Sii… siii… haha— respondió mi madre con una expresión que solo puedo describir como de felicidad.


Así estuvieron un buen rato que para mí fue eterno hasta que vi como el se vino dentro de ella.


Tras el momento post orgásmico el psicólogo limpio su verga con la blusa blanca que se encontraba tirada en el suelo y el coño de mi madre con unos pañuelos desechables que fue desechando en un basurero cercano.


—¡Estuviste muy bien vaca tetona!— dijo el psicólogo mientras se guardaba su pene en los pantalones—ahora vístete y quiero que me dejes la tanguita que traes—


—Si mi amo como ordene— respondió mi madre mientras se levantaba del escritorio de su psicólogo.


Mi madre se quitó aquella mini tanga negra que traía puesta y se la dió en la mano de inmediato aquel inescrupuloso doctor quien comenzó a oler la prenda húmeda con los fluidos de mi madre ella comenzó a vestirse como si eso fuera lo más normal del mundo.


—¡Y no olvides limpia tu desastre vaca!— dijo el psicólogo para continuar con la diversión.


Mientras mi madre limpiaba el escritorio el doctor jugaba con sus grandes tetas masajeandolas.


—Mira vaca sé dónde exactamente están tus pezones— decía aquel psicólogo sin dejar de sonreír.


—Si mi amo usted conoce completamente mi cuerpo— respondió mi madre sin desocupar su misión.


Cuando el psicólogo estuvo completamente satisfecho vio él gran reloj en su pared y al parecer el tiempo de mi madre había terminado.
—Bien ahora acuéstate en el diván— fue la siguiente orden del psicólogo


—Sí amo— fue la respuesta de mi madre.


Aquel sujeto se sentó tras su escritorio con una calma que hasta a mí me incómodo y simplemente dijo.


—Bien Verónica cuando despiertes te sentirás bien recordarás haber hecho progresos en la terapia y agendará más citas por teléfono con mi secretaria— fueron las primeras órdenes para mí madre— también quiero que te compres más micro tanguitas y pantimedias y dejes de usar esos feos jean's— continúo el sujeto mientras guardaba la prenda intima de mi madre en un cajón de su escritorio — quiero que uses vestidos cortos y tacones ya sean zapatillas o Botas de tacón alto—


—Si amo como ordene— respondió mi madre sin vacilación.


—¿Y dónde escondes la ropa que te compras, para satisfacerme?— preguntó aquel sujeto.

—En la habitación de mi hijo amo en una caja atrás de su closet donde su padre jamás buscaría algo mío— respondió mi madre— y en caso de encontrarla creerá que es de Angel y que tiene algún fetiche—


—Haha, ¡eres una vaca muy lista!— respondió el psicólogo mientras reía levemente


—Sí amo— respondió mi madre.


Esa respuesta me sorprendió bastante porque mi madre guarda cosas suyas en mi habitación y jamás lo había notado.


Creo que después de todo tendré que hacer limpieza profunda en mi habitación como me a pedido mi madre por meses.


Después de eso el doctor dijo "Princesa bobina" a lo que mi madre se levantó de aquel diván, es hora de volver a la normalidad.

—¿Cómo te sentiste hoy en la terapia? vi que usted ha tenido una excelente mejoría


—Valla doctor hoy me sentí muy bien con la terapia— dijo Verónica mientras se levantaba sintiéndose renovada—


—Vas muy bien Verónica aún no te abres por completo para poder resolver tus problemas pero estas evolucionando muy bien— respondió el psicólogo mientras revisaba su agenda— Si no tienes inconvenientes te agendare para la otra semana a la misma hora.—


—¡Gracias doctor!— respondió Verónica— Déjeme hacer la transferencia a su cuenta por la sesión de hoy—


—¡Excelente Verónica!— respondió el psicólogo sonriendo amable—aquí la estaré esperando la siguiente semana.—


Mientras Verónica se estaba despidiendo de aquel doctor. La recepcionista había llegado a su lugar Tomé ese momento como mi señal para ir al baño del consultorio y no ser descubierto.

Una vez que todo volvió a la normalidad Verónica salió de aquel cubículo donde su Diego ya la estaba esperando.

—Tardaste mucho ma— respondio Diego.


—Perdóname Diego la consulta se alargó bastante el día de hoy— dijo mi madre sonriendo dulcemente— pero en compensación por el aburrimiento que te hice pasar que tal si compramos algo delicioso para cenar, después de la compras claro.

—¡Sí mamá vamos!— respondí yo sabía que es lo que iba a comprar mi madre pero le seguiré el juego hasta que procese bien lo que acaba de pasar tengo tantas dudas y preguntas y no se que hacer.

Continuara…
2.7 (3)
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Avatar de Zarcancel
Zarcancel 2025-09-19 23:17:34

Yamifernan, no puedo estar más de acuerdo.

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yamifernan 2025-09-19 07:57:27

La erótica es un género dificil de manejar puesto que normalmente los novatos caer en la pornografía. Para manejar a la erótica grandiosa como la del Guillaime de Apollinaire y el Márques de Sade, en el fondo tiene que haber un historia interesante (como en una novela normal), pero sobre todo de denuncia social. Sin este ultimo ingrediente, la erótica no alcanza su máxima expresión y genialidad literaria. Por desgracia, este relato es muy infantil y necesita mucho trabajo más que el simple hecho de la pornografía (que, seamos sinceros, estamos hasta los ovarios de verla por todos lados). Sugiero, en mi humilde opinión, recrear una historia de fondo como la del "Guardián el Centeno" e incluir en ella los pasajes eróticos. Porque la erótica, es algo serio, es algo que se disfruta cuando se trabaja con maestría, porque el lector maduro o avezado no quiere simplemente pornografía, sino algo de filosofía que le llene por dentro. Un saludo.