Fictograma

K_Lepónce

Publicado el 2025-07-01 14:57:35 | Vistas 128

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Capitulo 1: La esperanza de la humanidad.

🌈

06:42 AM: En algún lugar del planeta tierra.

No fue una amenaza directa, tampoco un meteoro; ni mucho menos una invasión alienígena.

¿La humanidad? Siempre al corriente jiji, para ellos no es crucial, solo fue un pequeño... Rasguño. O eso dicen todos los medios, y cree la sociedad...

Hace dos años antes, 2024 específicamente... Un destello cubrió todos los cielos de la humanidad; y claro, humanidad no nos referimos solamente a los países del primer mundo ¡No! Latinos, asiáticos, Europeos, ¡Todos! Asombrados ante tal tempestad.

¿Qué sucedió? Así es, una supernova. A un radio de 700 años luz explotó en dirección al planeta tierra. Pero afortunadamente, el golpe de los destellos se vio desviado hacia otra dirección del espacio...

—EHHHHH Gente gritando, alabando por haber sobrevivido. Organizaciones sudando de frustración.

El equipo directivo de la comisión de la NASA "Rosevelt” de la nada:

“Es un orgullo que se haya logrado evitar una catástrofe peor. Según los cálculos con Modelos de Balance Atmosférico Cuántico (MBAC), hemos determinado que no habrá secuelas directas tras la explosión. Aún así, nos mantendremos en alerta ante cualquier desviación en las trayectorias de radiación gamma. Hemos reforzado el monitoreo de la heliosfera terrestre y duplicado las estaciones de control atmosférico global.

Bendito sea Estados Unidos, y todos los países del mundo. ¡Muchas gracias!"

Otros frutos y alabaciones más, Organizaciones como la ONU, la OMS, el CONICET y el JAXA colaboraron en lo que sea necesario; desde la mejora de sistemas satelitales, hasta la optimización de protocolos de emergencia. Nuevas alianzas temporales entre naciones antes enfrentadas surgieron como un acto de fe compartida: Una solidarización hacía la Tierra.

Gracias a este infortunio, todos habían ganado algunos años más de vida.

El Consejo para la Sustentabilidad Mundial anunció una cumbre extraordinaria sobre el futuro del planeta.

Ese día: 29 de Septiembre. No fue uno cualquiera ¡No! Ese día, fue catalogado por toda la historia... Todo remplazo... Como:

“La Virgen de la Humanidad”

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La normalidad, paseos de perros, noticiero con: “¡Excelente día para empezar hoy caballeros; ciudadanos, les traemos unas nuevas noticias globales!”

La cotidianidad siempre ha sido así, se ha mantenido estable; algunos escuchando Mississippi en sus rutas, otros tomando un café mientras ven a un skate pasear por la acera; espectadores de su paz. Otros en oficina y trabajando extenso:

“Carajo, qué fastidio es esta mierda.”

Profesores enseñando a alumnos adolescentes:

“A ver, guardemos silencio porfavor chicos, chicos.”

Otros vigilando fronteras:

—¿Habrá algo interesante hoy?

—Mhe, lo dudo mucho. Si sucede, seríamos los primeros acribillados.

—Tienes toda la razón hermano.

En el fondo, el cielo no es del todo celeste. Tiene un tinte raro, como si alguien hubiera pasado mal el pincel. ¿Por qué? Así es. Nadie dice nada. Se han vuelto genios en eso: en gentilizar las cosas.

Una tostada sale volando de la ranura. Café aguado. Una radio suena bajito. Nadie diría que están a tres días de lanzar la misión más importante de la historia..

La estación donde ocurre todo esto no tiene nombre comercial. No hay logos, no hay banderas flameando ni científicos con batas blancas gritando “¡Está vivo!” Hay solo silencio, algunos ventiladores viejos, y una mujer alías secretaría comiendo una manzana con cara de lunes eterno.

—¿Ya terminaron los preparativos? —Pregunta con desgano, sin mirar.

—Nop, los trajes para nuestro querido salvador aún le falta finalizar —Responde el otro, mientras ajusta cables que claramente no entiende.

—¿Te refieres a Nathan?

—Ja, ¿Y quién más creés que sería, Lupita?

Silencio otra vez. Un café cae en el piso... Más tarde lo limpiarán.

📍 Agencia: R.E.P.O. (Red de Evaluación Planetaria y Observación)

Objetivo: descubrir un planeta habitable en los próximos 10 años.

Director General: Fredy Tryler.

Unos años antes… o mejor dicho, apenas dos meses después del estallido.

Fredy Tryler trabajaba en las comisiones internas de la NASA. Era respetado, aunque un tanto excéntrico. Pero por cuestiones pragmatistas —y un historial de desacuerdos en aumento— Fredy no fue expulsado. ¡No! Renunció.

—¡Ustedes no entienden el inminente peligro que se acerca!

—Lo entendemos con exactitud, Fred, pero por favor, necesitamos que te calmes. Debemos analizar con plenitud este asunto —Respondía charles, ejecutivo de la comisión. Con tono técnico, mientras deslizaba gráficos proyectados en pantalla.

—¡NO HAY NADA QUE ANALIZAR!— Escupió con fuego.— ¡Vieron los cálculos! Si dejamos pasar esto, todos estamos condenados, la humanidad está condenada, ustedes están condenados.

—La desviación de la onda gamma fue mínima, los niveles de impacto entran dentro del margen especulativo... aún no tenemos pruebas concretas de una degradación estructural del ecosistema global —intentaba argumentar otro ingeniero.

—Fredy, las simulaciones que presentaste son alarmantes, sí, pero no podemos tomar decisiones a partir del pánico. La comunidad necesita consenso, no catastrofismo.

—¡No es catastrofismo si está fundamentado! ¡Esto no es un informe! ¡Esto es una advertencia!

Silencio:

—Director charles.. Denme los sustentos... Juro que en menos de 10 años... En menos de 10 años encontraré un planeta lo suficientemente habitable para todos.

Y se fue. Cerró la puerta de la reunión sin mirar atrás. Nadie lo aplaudió. Pero tampoco lo detuvieron.

Luego de renunciar y salir de la sala de reuniones,

Fredy no se quedó quieto ni un minuto. Sabía que sus advertencias caerían en saco roto, pero no se rendiría.

En lugar de resentimients, comenzó a mover fichas. Contactó a expertos en derecho internacional y agencias espaciales independientes. Su objetivo: crear una entidad que pudiera actuar al margen de organismos oficiales, pero siempre bajo el marco legal vigente; el suyo.

Tras varias semanas frustrantes, meses de hecho.

Entre documentos, abogados y reuniones discretas, nació:

R.E.P.O. — Red de Evaluación Planetaria y Observación: una agencia privada, internacional, con sede en un territorio fiscalmente neutro, diseñada para acelerar la búsqueda de planetas habitables y proponer planes de contingencia para la Tierra.

No fue fácil ¡Claro que no! Las regulaciones internacionales en materia espacial están sujetas al Tratado del Espacio Exterior (1967), que limita la militarización y uso comercial agresivo del espacio. Fredy tuvo que esquivar cada cláusula, asegurar transparencia y pactar colaboraciones con gobiernos dispuestos a aportar fondos sin intrusión.

La creación de R.E.P.O. fue una mezcla de diplomacia estratégica, ingeniería política y pura convicción.

Tres años después, 2027: actualidad.

06:45 AM, trece días antes del lanzamiento.

Nathan estaba en la sala de preparación. Su traje, impecable y futurista, ajustado con precisión quirúrgica. En sus ojos se refleja la luz tenue del monitor que marca sus horas restantes.

Mientras ajusta el casco, recuerda el peso de todo lo que debe representae: la esperanza de la humanidad. No es solo un hombre con un traje especial, es el primer eslabón de un sueño para salvar a todos.... Una salvación que no siquiera tiene en cuenta la civilización...

Afuera, la estación continúa con su rutina anodina. Para muchos, un día más.

Para Nathan, el punto de no retorno.

Interior de la agencia R.E.P.O., 09:30 AM

En su habitación austera, sin cuadros ni adornos. Nathan termina su rutina de flexiones elevadas y pesas improvisadas; El sudor cae de su frente, su respiración es firme, precisa.

No busca congratulaciones, ni miradas. Solo busca equilibrio.

Un golpe seco golpea en la puerta: Es el director.

Fredy Tryler entra sin esperar respuesta. Lleva una carpetay una expresión agotadora pero también luchadora.

—¿Así que tú eres? El tipo que va a cargar con un lapso de la humanidad, ¿eh?

Nathan (sonríe con sencillez mientras se seca el sudor con una toalla áspera)

—No, jefe. Solo soy un tipo con suerte... y unos cuantos kilos de entrenamiento.

Fredy:

—Qué suerte, ¿no? Que el destino te haya elegido para esto. Estoy seguro de que eres más listo que muchos que conozco.

Nathan:

—El destino no existe. Solo hay preparación… y no fallar cuando realmente importa.

Fredy se acerca a un pequeño cubo metálico que gira sobre su propio eje con zumbidos suaves y luces pulsantes. Lo observa como quien mira a un animal dormido.

Fredy:

—Y esta cosa… No te confíes demasiado. Es más ingeniosa que tú y yo juntos.

Nathan:

—Me gusta que tenga esa confianza. Al final, seremos un equipo.

Si este metal se apaga... no me queda mucho.

Fredy:

—¿Preguntás por el autor?

Nathan

—¿El doctor Luffred?

Fredy (acariciando el cubo)

—Está ajustando los chips finales. Dice que quiere añadirle algo de “alma”. Yo solo quiero que no explote en la nave.

Nathan (ríe por primera vez en días)

—Jaja… no me reía hace días, jefe. Gracias.

Fredy::

—No seas tan dramático. Por ahora, el único que se apaga eres tú cuando te cae el sueño.

Nathan

—Dormir tranquilo es difícil cuando cargas con la responsabilidad de un planeta entero. Tú más que nadie debería saberlo.

Fredy (con voz baja)

—Así es…

Quién diría que incluso ahora, nos siguen engañando.. hasta en el último momento.

Se observan. No con miedo, sino con lucidez. Como quienes saben que, pase lo que pase, han cruzado la línea efímera..

Exterior, terraza de la estación R.E.P.O., 10:02 AM

El cielo sigue teniendo ese tono desvaído, como un óleo que se resquebraja. Nathan observa en silencio; Agasajado ante el viento que apenas sopla.

En su muñeca, mirá el reloj digital marca la cuenta regresiva:

"T - 302 Horas"

Piensa en la misión, en la agencia, y en toda la repercusión que habrá con esto..

En todo lo que dejó atrás…

Pero, sobre todo, piensa en Claire.

Su hermana. Su promesa en volver luego de esta...

Temple misión.

—Bien... Estos días si que van a rugir bastante..—

Vocifera para si mismo.— Este será tu mayor logro muchacho, no los decepciones. Ni a ti, ni a todo El mundo...

“Es ahora”

★ ★ ★ ★ ★

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