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Una hormiga - Fictograma
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Una hormiga

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Barros

Publicado el 2025-08-27 07:53:35 | Vistas 199
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Hoy deseo escribir un cuento. El único y fundamental escollo es que no sé por dónde comenzar ni mucho menos de qué cosa escribir. No es suficiente partir de una idea demasiado vaga, al menos en mi caso.

Dicen, los que saben escribir, que basta dejar caer sobre la hoja o la pantalla blanca una primera letra, una primera palabra y desde ahí, por el arte del lenguaje mismo, la historia se va construyendo sola, y paso a paso, hasta rematar o concluir el viaje en un final. Si bien no original y único, al menos no excesivamente descontado.

Quizás las cosas no sean tan fáciles, al menos no para todos. Es lo que pienso yo, incómodamente instalado en el “todos”, constituido por una mayoría dolorosa y silenciosa. No de refilón, tiranizada por la indiferencia de las tramas que se escapan, y no sólo.

Bien —me dije—, en medio de un remolino de digresiones que suelen atormentar a los escribidores del domingo como yo, a este punto es necesario que provoque y empuje la modesta máquina personal de las palabras hacia algún lado, o seré fulminado por la inmovilidad.

El impulso en esa dirección debe ser forzado, ya que si no es impelente ni natural, mientras me acompañaba el sonido de las teclas y del canto rezagado de algún mirlo, y como yo amo la naturaleza, y el verbo no es excesivo, debo refugiarme en su mórbido seno y desde ahí observar las cosas que me rodean.

Fue así que descubrí una hormiga que se limpiaba sus antenitas parada sobre un guijarro. Un hecho excepcional, porque descubrir una hormiga ociosa es casi un milagro.

El grande Cortázar nos cuenta que lo visitaban unas esferitas verdes mientras caminaba o mientras bebía un café en algún barrio de París o Buenos Aires, y este hecho singular era el anuncio de la llegada de un cuento. Agregaba, además, que él era una especie de médium de sus cuentos. Le llegaban de improviso y solo debía sentarse frente a su máquina de escribir y ya estaba. Gran privilegio de una pluma excepcional, y eso que algunos no creen que los escritores nacen.

En mi caso de escribidor ocasional, nunca he podido andar más allá de una tibia reflexión acerca de la fatiga y dificultad del escribir, en mi caso, cuando no se sabe qué objeto construir con las palabras.

La hormiga ahora camina sobre una mata de lavanda en flor; pero no me trajo el mensaje de algún cuento. No era un cronopio verde.

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Avatar de yamifernan
yamifernan 2025-08-27 10:43:11

Un cuento muy bien escrito que narra las dificultades que padecemos los escritores a la hora de crear. Muchas veces, nos detenemos más porque creemos que lo que hacemos no es original o de que quizá no vayamos a aportar nada con nuestro escrito. Sin embargo, a pesar de la susodicha frase de que "todo está escrito", también es cierto que todas las "perspectivas con que se ven las cosas siempre son únicas". Me ha gustado tu texto. Saludos.