Crónicas de Oouka y Kaireel 3

-Tratamos de advertirte pero no escuchas nunca- Dijo Keila rompiendo el silencio entre ambos

-Aunque me hubiera escondido en mi casa me hubieran encontrado de todas formas- contestó Joel cabizbajo.

-Si pero no quita el hecho que los ancianos y yo teníamos la razón- dijo Keila en tono de broma tratando de animar un poco las cosas.

Joel sonrió levemente antes de volver a quedarse perdido en la nada nuevamente. Los aldeanos por su parte, corrían de un lado para otro de la aldea tratando de, ya sea ocultarse en sus casas, resguardar sus cosas o alguno que otro discutiendo con algún soldado por entrar en su cabaña sin permiso, la verdad es que la presencia de los soldados en la aldea no era muy agradable que digamos, en especial al ser el ejercito de un sindicato criminal. Después de alrededor de una hora, el coronel Jamespood salió de la taberna riendo y gritando con sus hombres, y después de limpiarse la boca con su manga, gritó con una potente voz:

-Quiero a todos los soldados formados de inmediato frente a mi-

Y en un instante, todo el caos de soldados ruidosos y regados en la diminuta aldea se formaron como pudieron frente a la taberna.

-Atención- continuó el coronel -El día de hoy esta pequeña aldea nos ha demostrado una gran hospitalidad, y nos ha alimentado, suministrándonos generosamente de alimentos y recursos necesarios para continuar con nuestra lucha en las estrellas-

-¿Generosamente? Literalmente agarraron lo que quisieron incluso nuestras mas recientes cosechas- susurraban los aldeanos entre ellos

-Y como prueba de nuestro agradecimiento, les regalaremos tres cajas de semillas de manzana, muy costosas en planetas pequeños y aislados como Oouka- dijo orgullosamente el hombre.

-¿Semillas de manzana? ese árbol ni siquiera es capaz de crecer aquí a falta de luz solar, no nos sirven de nada- murmuraban furiosos los aldeanos.

-Además de sus alimentos, los aldeanos nos brindan algo más- continuó el coronel -Un nuevo soldado para el glorioso ejercito del sindicato Marak' Ju- dijo mientras con la mirada buscaba a Joel quien estaba sentado justo detrás de él.

Al no encontrar a Joel con la vista, y este tampoco es que estuviera ansioso por presentarse, el coronel le hizo una seña a sus hombres para que lo buscaran, a lo que rápidamente lo encontraron y lo levantaron por los brazos, una vez frente a todos, el coronel puso su mano en el hombro de Joel, y con una sonrisa falsa y convincente al mismo tiempo, el coronel pidió un aplauso al valiente joven, aplaudiendo la aldea levemente, y después pidió a la aldea un aplauso para el Sindicato, pero esta guardo silencio, así que incomodo y un poco enfadado, pero disimulando calma dijo:

-Gracias a personas como el y esta muy valiente aldea es que el Sindicato Marak 'Jü puede proteger a todos sus seguidores y protegidos- a lo que sus hombres gritaron "Grande el sindicato Marak 'Jü".

Ahora bien, ¿Cuál era el motivo detrás de endulzarle el los oídos a una simple aldea? Simple propaganda barata y el tratar de difundir su nombre como los buenos entre los planetas bajo su mandato, y nada más que eso.

Después de esta extraña ceremonia, todos los soldados comenzaron a guardar sus cosas y prepararse para abandonar la aldea, cargando en contenedores y maquinaria todo de lo que habían despojado a la pobre aldea.

Por su lado Joel fue a su cabaña escoltado de dos soldados, ya que, como regla del sindicato, y una muy extraña muestra de compasión (porque nadie volvía de la guerra)se le permitía a los nuevos reclutas llevar con sigo una sola de sus pertenecías,

cualquiera que fuera, pero Joel solo cerro con llave su cabaña y le dio la llave a Keila, quien lo acompaño hasta su cabaña, después de esto, Joel fue a despedirse de muchos aldeanos, unos lloraban y otros lo animaban, una reacción que me dejó consternado.

-¿No piensas llevarte nada?- Le preguntó un soldado

- Claro que si, me llevare al androide bitácora- Contestó Joel mientras me señalaba.

Una vez terminado todo, Joel junto con todo el escuadrón de soldados, dejaron la aldea hacia la nave del sindicato; pero, detrás de ellos, toda la aldea los seguía, para poder despedirse de Joel hasta el ultimo momento, cosa que incomodó ligeramente a los soldados, y cuando finalmente estaban por abordar la rampilla de la enorme nave, unos aldeanos gritaron:

-¡Suerte Joel, que tus senderos te guíen a través de mil y un soles hasta llegar a la luz de Kaireel!-

Joel volteó una ultima vez hacia su aldea pese a que los soldados le ordenaron que abordase, momento que Keila aprovecho, y corrió a Joel abrazándolo fuerte y dándole un beso en la mejilla, por su expresión supe que este gesto afecto mucho a Joel, y según sus propias palabras, emociones hacia Keila que antes no tenía quisieron despertar, pero ya era demasiado tarde, ya no tenía sentido tener emociones por alguien en ese momento, por lo que rápidamente apartó esa idea de su cabeza, y así Joelkäter finalmente abordó la nave y se fue de su aldea.

Por mi parte, yo estaba realmente confundido, los aldeanos era gente que veíamos a diario, a la gran mayoría no le hablábamos en semanas enteras, con algunos incluso peleábamos o teníamos interacciones sin gran relevancia. ¿Por qué pues los aldeanos se vieron tan afectados por su partida? Era como si la sola presencia de los individuos en la aldea les trajera tranquilidad a los demás, como si fueran una familia, y finalmente caí en cuenta, la gran parte de la vida de Joel no la pude ver, tal vez era mas cercano a esos aldeanos de lo que creía, lo que a su vez me hizo darme cuenta de otra cosa más, y es que pese a haber avanzado bastante con Joel, realmente no lo conocía para nada, y pude comprender el dolor en su mirada al ver a los aldeanos con los que creció; pero lo más duro para él vino después, al despegar la nave y volar alto, Joel vio por una ventana la montaña dividida al final de los sembradillos, y fue allí cuando finalmente inclinó la cabeza y soltó únicamente una lagrima.