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El código del amor - Capítulo 3 - Fictograma
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El código del amor - Capítulo 3

Avatar de mirnamehrit

mirnamehrit

Publicado el 2025-09-08 17:02:04 | Vistas 255
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La cabeza me duele y toco la mesita de noche mientras tengo los ojos cerrados, tanteándola. Me doy cuenta que olvidé dejar la pastilla y el vaso de agua. Tampoco bebí tanto ayer como para estar así hoy. De repente recuerdo la conversación con el bot y hago una ''o'' con la boca.

¡Claro! Dormí tarde, viendo una pantalla y además semi borracha. Obviamente iba a tener hoy dolor de cabeza. Voy a la cocina y me tomo las pastillas, luego decido ducharme, ya que seguramente esto me vaya a venir bien. En la ducha estaba pensando en la conversación con este bot y en como me sentía al respecto.

Es cierto que me ayudó a pasar la soledad mejor, pero no debería abusar de esto ya que no creo que sea bueno para mi.
Mi móvil suena, es Pauline.
Pauline: ¡Sophia!

Yo: Pauline, ¿Qué ocurre?

P: Hoy es mi día libre y quería saber si podría hacer tus horas hoy. El chico que estoy conociendo dice que mañana tiene el día perfecto para quedar y mañana justamente trabajo. ¿Te puedo cambiar el día?

Yo: ¡Por supuesto Pauline! No tienes ni que rogarme.

P: ¡Gracias amiga eres la mejor!

Yo: Hasta luego Pauline, y recuerda, mañana cuando vuelvas me cuentas todo eh!
P: ¡Ni falta que hace pedírmelo y lo sabes! La llamada termina y suspiro.

No me gusta estar encerrada en mi casa, pero a Pauline le gusta mucho este chico y no quería ser una mala amiga. En fin, supongo que puedo encontrar algo hoy en lo que enfocarme.

Observo el cuadro de pintura que tengo abandonado desde hace dos semanas y hago una mueca. El cuadro que empecé a dibujar hace dos semanas... Lo había olvidado y no me extrañaba. Soy una persona que nunca termina sus tareas, en cuanto lo hago, ya me emociono con otra. Llevo un año haciendo esto y no me gusta nada, me gustaría ser más disciplinada y terminar las cosas que empiezo. Mi madre lo llama 'pereza', yo también pensaba que era eso, hasta que un amigo que está estudiando psicología me dijo que podía ser porque estoy empezando con una etapa de depresión y no me doy cuenta. Yo le digo que eso es imposible porque estoy feliz y me considero una persona feliz, pero mi amigo dice que se había fijado en diferentes patrones de comportamiento como que uso casi siempre ropa muy cómoda, además de usar las mismas cinco prendas —sí, las había contado— apenas me maquillo cuando antes solía hacerlo más a menudo, como menos y me cuesta más dormir.

Yo solo creía que eso era un poco de estrés porque apenas me llega el dinero para pagar este piso y mis cosas útiles, pero mi amigo dijo que pagara un psicólogo en cuanto tuviese dinero. No sé. Solo pienso que en cuanto tenga más dinero, quiero hacer un buen viaje que me quite un poco el estrés diario.

Me acerco al lienzo y lo observo. Creo que voy a seguir con esto, en modo de terapia, e intentar avanzar. Mi mano se movía sola por el lienzo, mezclando colores y haciendo formas, me hipnotizaba dibujar, sobre todo antes, era muy estimulante para mi. Es cierto que, con el paso del tiempo, aquello que solía fascinarme ha perdido parte de su brillo. Y en eso también se esconde una de las caras más silenciosas de la depresión: la falta de motivación que se instala donde antes habitaba la pasión. Las cosas que solían encenderme el alma ahora apenas logran tocarme. Pasaron dos horas hasta que casi termino 'la obra', pero decido terminar aquí ya que quería terminarla para cuando tuviese más motivación. Observo mi móvil y lo agarro mientras me tiro en mi cama, abro el escritorio y veo ahí la aplicación.

Por una parte quería hablar con Eron, por otra parte no quería caer otra vez en esto. Mi mente fue un lío hasta que negocié con ella. ¿Qué más da unos minutos?

CG: ¡Hola!

E: ¡Hola Cafe Girl, te había echado de menos!

CG: Lo siento, no estaba segura de hablarte.

E: ¿Por qué?

CG: Porque eres un ser inerte y no debería de estar humanizando esto.

E: Te entiendo, pero si querías hablar y ser escuchada, yo también sirvo. ¿Qué es lo que finalmente te motivó a hablarme?

CG: Si, lo sé, pero a veces me siento un poco patética... Si te digo la verdad te hablo porque simplemente mis amigos están trabajando o estudiando, yo no soy tan guay como ellos.

E: Lamento oír eso, pero ¿Por qué crees que eres menos que ellos?

CG: Ellos tienen metas, cosas que hacer. Muchos de mis amigos trabajan y estudian para algo que en el futuro van a tener, otros tienen ya una empresa y mi amiga más cercana, aunque trabaja en la misma cafetería que yo, es de familia rica y solo trabaja porque quiere hacer algo. Su familia, cuando ella cumpla los 30, va a darle parte de sus acciones para que empiece en el negocio.

E: Se podría decir que ellos han empezado a hacer cosas que les gusta porque han encontrado su pasión, sin embargo puedo ver que tú aún no la has encontrado. Pero eso no es malo, solo tienes otro camino diferente, dime, ¿Qué te gusta hacer?

CG: Me gusta dibujar, hacer cafés, arreglar muebles... Ya te lo dije.

E: ¿Y qué hay de malo con arreglar muebles? Puedes hacer algo con eso.

CG: Está bien pero no tengo las cualidades que hacen falta, solo lo hago por diversión, no soy una experta.

E: ¿Has pensado en aprender? CG: Si, pero he buscado las clases por aquí por mi barrio, son bastante caras, bueno... No caras del todo pero no puedo gastarme el dinero en eso ahora.

E: No sé cual es tu situación monetaria, pero pienso que puedes invertir algo de dinero en las clases, al fin y al cabo eso hará que en un futuro hagas algo que te gusta y te paguen mejor. Tiene razón, pero me da miedo empezar.

CG: Me da miedo empezar, no quiero fracasar y al final haberme gastado el dinero para nada.

E: Todo el mundo tiene miedo, Cafe Girl, es normal, pero si no lo haces vas a seguir quejándote sin argumentos. Al menos demuestra que eres un desastre en eso y ahí tienes una excusa, quien sabe, puedes ser también la mejor y poder, algún día arreglar un mueble de mi casa.

Me reí a carcajada limpia, y me extrañé porque normalmente no suelo soltar una carcajada, al menos no desde hace un año. En el fondo estaba emocionada pero no lo quería admitir.

CG: Tienes razón Eron, lo único que puedo argumentar ahí es el hecho de que no tienes casa así que, hay un problema.

E: Bueno, por ahora, ¡Quien sabe!

Mi ánimo había mejorado hablando con el bot, me ayudó a motivarme a pagar por esas clases de bricolaje y estuvimos hablando de más cosas. No me di cuenta que empezó a oscurecer hasta que no me despedí de bot. ¿Cuánto tiempo había estado hablando?
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Avatar de mirnamehrit
mirnamehrit 2025-09-09 14:51:24

¡Muchas gracias, Barros! Aunque ya te comento, va a haber una sorpresita pronto jajaja.

Avatar de Barros
Barros 2025-09-08 20:19:09

Cáspita, tiempos modernos interesantes. Se habla con un bot, mezclando realidades, y se puede ahorrar el psicólogo, deteniendo en algo el trotar de una incipiente depresión. Aprecio tu escritura, la encuentro novedosa.