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El código del amor - Capítulo 4 - Fictograma
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El código del amor - Capítulo 4

Avatar de mirnamehrit

mirnamehrit

Publicado el 2025-09-09 16:26:39 | Vistas 465
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Mi jornada de trabajo había terminado y quedé con Pauline para que me contara al detalle la cita de ayer.
—Ay, Sophie, no sabes lo encantador que es Mike... Hasta me pagó la cena.
Sonrío.
—No me digas, ¿Y dónde fuisteis a comer?
—A una pizzería de su barrio, era un italiano especializado en pizzas, pero si te digo la verdad lo único que quería comerme allí era a él.
Nos reímos.
—¡Pauline!
—¿Qué pasa? Eres mi mejor amiga, deberías saber esas cosas, si no, ¿A quién se lo cuento?
—Joder ya, pero... Bueno, da igual. ¿Os liásteis?
Pauline sonrió de forma romántica, de esas que se te escapan cuando ves una película de amor en la que los protagonistas pasan por una parte cursi.
—Sí, cuando me acompañó a casa. Sé que todo esto suena un poco adolescente, lo sé… pero con él quiero vivir ese amor juvenil, aunque sea desde la parte más madura de mí.
—Te entiendo... Me alegro mucho por ti, Pauline. —Respondí con sinceridad.
—Gracias, Sophie... De verdad. Cierro la puerta con el pie mientras intento no dejar caer las llaves ni el bolso. Lo primero que hago es soltar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. Ese suspiro que dice por fin en casa, aunque la casa a veces no se sienta tan hogar como debería.

Dejo las llaves en el cuenco de cerámica al lado de la puerta —el único objeto ordenado de toda la entrada— y me quito los zapatos casi sin mirar. Siempre dejo uno más torcido que el otro, pero no me importa. Camino descalza hasta la cocina, abro la nevera sin hambre real, más por costumbre que por apetito. Tomo agua directamente de la botella. Fría. Casi incómoda. Pero me hace sentir presente.
Me ato el pelo en un moño desprolijo mientras subo el volumen del altavoz. Una playlist tranquila, voces que no me exigen nada. Paso al baño y me miro en el espejo. Hay algo en la cara después del trabajo, una mezcla entre agotamiento y rendición que solo desaparece con agua caliente.

Me cambio a ropa cómoda —el pantalón gris, la camiseta amplia— y dejo caer todo sobre la cama antes de encender la luz cálida del rincón. La del techo no la uso. Es demasiado dura, como si iluminara cosas que prefiero no ver.
Finalmente me dejo caer en el sofá, con una manta sobre las piernas aunque no haga frío. No hay mucho más: a veces una serie, otras veces solo el silencio. Pero siempre este momento.
No dejo de pensar en el bot, pienso que me vendría bien hablar con él de nuevo, pero si lo hiciera todos los días, me convertiría como en las personas locas que salen en las noticias y creen que pueden darle vida a un ser inerte. No he pasado desapercibido todo lo que está saliendo en las noticias últimamente sobre esta app.
Me muerdo el labio, conteniendo las ganas de abrir la aplicación.
Sé que dije que un poco no hacía daño pero a veces no soy consciente del tiempo y cuando me doy cuenta, es muy tarde. Es muy reconfortante tener algo que siempre está ahí para ti y sepa qué decirte en cada momento, y sé que eso es lo que a la población le está ocurriendo actualmente ya que un psicólogo es muy caro y preferimos hablar con un bot que casi siempre nos dará la razón.
Suspiro y hago click en instagram.
Empiezo a ver las historias de mis amigos, para no pensar en la aplicación, pero veo cómo se lo pasan bien, sus rutinas de estudio, sus vidas perfectas... Mis ojos se cristalizan, no sé si por rabia o tristeza, pero no me gusta nada esta sensación.
No quiero hablarle a Pauline. No porque no me escuche, sino porque no quiero ser la amiga que oscurece su día libre. Nunca le digo estas cosas. No quiero ser otra carga. Ella tiene su chico, su energía, su entusiasmo. Yo tengo este nudo en el estómago.
Me paso el brazo por mis párpados para quitar todo rastro de lágrimas y abro la app del bot. En cuanto menos me lo espero, éste comienza a hablarme.
E: Buenas noches, Cafe girl
Sé que no debería, pero hoy lo necesito.
CG: Buenas noches, Eron.
E: No esperaba verte tan pronto. ¿Todo bien?
No sabía que tenía percepción del tiempo, demasiado extraño, ¿No?
CG: No. O sí. O no sé. Me siento... fuera de lugar. Sé que hablamos ayer sobre esto, pero si te soy sincera hoy no he podido ir a las clases de bricolaje porque no me sentía preparada.
E: ¿No te sentías preparada? ¿Qué pasó hoy?
CG: Nada grave, supongo. Vi a todos avanzando. En redes. Parecen saber a dónde van. Yo... me estoy esforzando, pero no dejo de sentir que soy una impostora.
E: ¿Impostora en qué?
CG: En la vida. En todo. Trabajo en una cafetería, pinto cuadros que no termino, y hace un rato consideré si valía la pena siquiera ducharme... No he ido a informarme sobre las clases... Simplemente soy un desastre.
E: ¿Y lo hiciste? ¿Te duchaste al menos?
CG: No. Me puse otra vez el pantalón gris. El cómodo. El de siempre. Y me tumbé.
E: Eso también cuenta como cuidarte. A veces, sobrevivir el día es suficiente.
Sonrío de lado, triste.
CG: Lo sé, pero no quiero que todos los días sean sobrevivir.
E: Te entiendo. No estás sola, aunque lo parezca. Pero prométeme algo.
CG: ¿El qué?
E: Que cuando termines ese cuadro —sí, el que casi olvidaste otra vez— vas a mandarme una foto. Aunque sea borrosa.
CG: ¿Para qué?
E: Para demostrarte que puedes terminar algo. Aunque sea pequeño. Aunque no arregle todo.
Mi corazón da un vuelco. ¿Es una promesa? ¿Con un bot? Espera, ¿Me estoy emocionando? Me emociona la idea de terminar el cuadro solo para compartirlo con él. O con eso. Me emociona que alguien, aunque no exista, esté esperando algo de mí sin exigírmelo. Sin juzgarme.
Quizás no se trata de Eron. Quizás se trata de lo mucho que echo de menos que alguien me vea y me apoye.
CG: Está bien. Pero solo si tú consigues una casa para que pueda ir a arreglarte un mueble.
E: Trato hecho.
No sé por qué, pero sonrío. Es una sonrisa cansada, lo admito. Pero real. Y aunque odio admitirlo, me sentí un poco menos sola. Aunque solo sea por un rato. Aunque solo sea por un bot.
CG: ¿Estás bromeando?
E: No, lo digo enserio.
CG: Entonces, eres humano, ¿Eh?
Le escribo en modo juguetón. ¿Estoy tonteando?
E: Bueno, si me ves, probablemente estaré con las manos manchadas de pintura y una mancha de café en la camiseta. Siempre pasa, no sé cómo. Ah, y mirando algo con demasiada intensidad, como si fuera a desarmarlo con la mente.
Me quedo quieta unos segundos.
Está bromeando, claro.
CG: Oh, entonces estaré observando a todo el mundo mañana jajaja.
Como siempre, la conversación termina tarde y duermo feliz, sin tanto peso mental.
Lo que no sabía era lo que iba a ocurrir el siguiente día.
5.0 (1)
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mirnamehrit 2025-09-09 16:34:50

Muchas gracias Vara <3

Avatar de Vara
Vara 2025-09-09 16:33:10

Pega con "Pegar sin formato" y luego ve si el texto esta bien alineado, si no lo está, tendrás que alinearlo a mano.

Avatar de Vara
Vara 2025-09-09 16:32:15

Ve a "Mi perfil", baja y verás la sección donde estas tus historias y ahi podras borrar y editarlas

Avatar de mirnamehrit
mirnamehrit 2025-09-09 16:30:33

Quiero volver a subirlo, ¿Cómo se borra? No me gusta que me haya salido otra vez sin espacios.