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SU MUNDO HECHO PEDAZOS, el veterinario - Fictograma
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SU MUNDO HECHO PEDAZOS, el veterinario

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Zarcancel

Publicado el 2025-09-10 11:17:00 | Vistas 311
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-¡¡NOOOOO…!! -Gritó el joven veterinario con la mano extendida hacia su perro.

El can era gigantesco, de raza mastín y atigrado. Su mirada estaba obnubilada, obcecada por la intrusa que estaba en su territorio. Su instinto se disparó nada más verla, y sus oídos no hicieron caso de la orden dada por su amo.

Fue como si Herminia lo viniera venir a cámara lenta. Aquellas abundantes carnes subían y bajaban con cada trote del animal, y sus ojos centrados hacia delante, auguraban lo peor. En ese instante, la joven soltó los mandos del resonador magnético modificado y dejó actuar su instinto del mismo modo que lo había hecho el perro. Pero, su cuerpo reaccionó de una manera absolutamente anti-intuitiva.

Apenas un par de zancadas del musculado animal, Herminia se incorporó, levantó, interpuso su mano a la cabeza del perro y gritó:

-¡Herodes! ¡Para!

El mastín salió de su trance defensivo ipso facto, y para detener su embestida se sentó en el suelo deslizándose con la inercia a escasos centímetros de la mano que le detuvo sin razón aparente.

La estampa resultante era ridícula. El veterinario, vestido con bata y todo, estaba paralizado también con su brazo extendido hacia el animal. Herminia parecía estar desorientada, dejándose olisquear por el perro la palma de su mano. De igual modo, el propio can parecía estar desubicado ¿Qué narices había pasado?

Unos segundos más tarde, el joven veterinario reaccionó.

-Herodes… Ven aquí.

El perro empezó a gruñir con baja intensidad, y mientras retrocedía no le quitaba ojo a Herminia, la cual empezó a mirarse las manos.

-Señorita… ¡Qué hace aquí! ¿Está bien? -Continuó hablando el veterinario.

La joven puso cara de concentración… No sabía por qué, pero dijo firmemente:

-Tú eres Simón… Y tu perro se llama Herodes.

-…Nos… ¿Nos conocemos de algo? -respondió titubeante Simón, el joven veterinario.

-Sí- volvió a afirmar Herminia-. Hace cinco años, el 23 de abril, a las doce y tres minutos de la mañana, en las puertas del campus universitario… Eres Simón. Estabas paseando a tu perro mientras hablabas por teléfono. Herodes era un cachorro, me acuerdo perfectamente, se acercó a olisquearme y nos conocimos…

-Para -la interrumpió Simón de manera abrupta-. No sé quien eres, voy a llamar a la policía…

-¿Qué tal está tu padre? ¿Se recuperó del ictus?

-Cómo sabes eso… - dijo Simón, sujetando el teléfono, a punto de llamar a emergencias.

-No lo sé -respondió la joven-. Recuerdo perfectamente, palabra por palabra, lo que hablabas por teléfono. Estabas triste y preocupado… Me acuerdo…

Bajo la confianza y protección que brindaba el gran perro Herodes, Simón se acercó tímidamente unos pasos. Si esa chica sabía esos datos, puede que la conociera, pero, la pinta de indigente que tenía le impulsaba a pensar que era una yonki buscando drogas y anestesia para los animales. Pero, al estar a dos pasos de ella, debajo de toda esa maraña de pelos, suciedad y ropas maltratadas, vio una preciosa cara y una mirada indefensa, decoradas por una hermosa cicatriz en la ceja izquierda. Aquella chica le pareció una visión angelical que le volvió a distraer unos segundos.

Simón nunca llegó a saber si fue por la situación delicada de esa misteriosa y loca chica, o por su belleza oculta bajo tanta enajenación, pero algo en su interior, solo con mirarle los ojos, le impulsaba a escuchar lo que tenía que decir.

Por su parte, Herminia estaba batallando con ella misma en su mente. ¿Porqué se acordaba de eso de manera tan precisa?... Es imposible que fuera su imaginación, estaba tan segura como quien recuerda una tabla de multiplicar. En ese instante no existía ni el guapo veterinario, ni el enorme perro, ni la esquirla metálica, ni el fornido y hermoso veterinario… Ese chico con bata que la miraba con ojos tiernos, como si se preocupara de ella…

Sin venir a cuento, una hemorragia nasal muy abundante en la nariz de Herminia rompió la atmósfera mágica, seguida por unas convulsiones que la hicieron desmayarse.

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Avatar de Valentino-Prádena
Valentino-Prádena 2025-09-10 17:26:35

Un capítulo extraño. Estoy al pendiente de como Herminia ha conseguido esa capacidad de conocerlo todo con tan solo un operación de cabeza.