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Reino de fuego y sombras II - Salamandras - cap38 - Fictograma
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Reino de fuego y sombras II - Salamandras - cap38

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heguendm

Publicado el 2025-09-07 10:43:59 | Vistas 334
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El enemigo de mi enemigo:

En el despacho del tahal de Mahaila, tres de los cuatro De Vonder charlaban. Uruk ponía a Xavier y Temma al día sobre los huevos y la cueva que habrían labrado en el volcán.
—Algo no anda bien.
—¿A qué te refieres? —preguntó Temma.
—A los huevos. Si los tocas, te dan una sensación extraña, están vivos y fuertes... demasiado fuertes. Moger está preocupado, el Gran Padre controlaba nuestro crecimiento, pero ahora el Gran Padre no está, así que no sabemos que está pasando —explicó Uruk con rostro de preocupación.
—Hasta ahora he visto que con ustedes todo parece suceder por algún motivo. Como suelen decir, el Gran Padre siempre les da lo que necesitan —opinó Xavier.
Uruk y Temma se quedaron pensativos. Alguien llamo a la puerta.
—Adelante —autorizó Xavier.
—Mi tahal, en la puerta sur se acaban de presentar dos personas, solicitan una audiencia. Una de ellas dice que tiene noticias urgentes que le interesan —dijo el sirviente con una reverencia.
—¿Qué clase de noticia?
—Solo dijo que mencionáramos a un hombre llamado Clinton y algo sobre un mundo de dragones.
Esas palabras picaron la curiosidad de las dos salamandras y de Xavier.
—Déjenlos pasar, pueden entrar solos, los guardias no serán necesarios.
—Pero, mi tahal, no podemos... —Las miradas de Uruk y Temma lo silenciaron.
«¿Qué estoy pensando? Tiene dos dioses serpiente aquí». —Entiendo, mi tahal.
Unos minutos después, una mujer de pelo rojo entraba en el despacho acompañada de otro hombre. Al ver a Uruk y Temma, ambos se quedaron estupefactos. «Por el cielo, ¿qué son estos monstruos?».
El asombro en los ojos de la mujer hizo a Uruk sonreír; fuera en su forma humana o en su forma de salamandra, su sonrisa diabólica era fácil de reconocer.
«Había escuchado de mis espías que los De Vonder eran monstruos parecidos a reptiles, pero pensé era solo una forma de hablar sobre su fuerza. En realidad, sí son monstruos». Su mente formuló muchas ideas, Astrid recuperó la compostura tanto como le fue posible.
—Astrid y Geralt. ¿Qué buscan un par de reguladores de la Dinastía en el Reino del Sur? —preguntó Xavier sin preámbulos.
—Hemos venido a compartir información con ustedes, señor tahal. —Astrid y Geralt hicieron una reverencia.
Xavier se mostró incómodo.
—Deja el teatro, ve al grano.
—Clinton Van Ferra escapo del control de la Corte —comento Astrid.
—No veo por qué debemos considerar que eso es asunto nuestro —refutó Xavier.
—Clinton perfeccionó sus hechizos de magia arcana, trabajó durante años en los hechizos de Van Vatnik y escapó al mundo de los dragones.
Astrid captó la respuesta corporal de los dos monstruos ante la mención del mundo dragón. «¿Vendrán de ese mundo? ¿Qué relación tienen realmente con Xavier?».
—Me imagino que tú debes de ser Uruk y tú debes ser Temma —señaló Astrid.
Ambos asintieron en confirmación, sus rostros permanecían serios. Xavier concentró su mirada en Astrid.
—Sé que quieren preguntar algo. Adelante, prometo que les responderé con la verdad.
Las dos salamandras miraron a Xavier, el cual asintió.
—¿Viste el mundo dragón? —preguntó Uruk de inmediato.
—Sí, pero no se hagan ilusiones; está lleno de miasma. Solo pude ver el miasma que salía por la abertura que creó Clinton... Me imagino que ustedes vienen de ese mundo, ¿correcto?
Las salamandras no contestaron y miraron a Xavier.
—¿Por qué iría Clinton a un mundo lleno de miasma? —preguntó Xavier.
—Lo que siempre ha deseado, poder. Cree que ha encontrado un método para controlar el caos.
—¿Qué quieres de nosotros?
—Cuando Clinton regrese, será más poderoso que cualquier otro brujo de la historia. Es posible que traiga todo el mundo del caos con él, o al menos eso es lo que parece hacer su hechizo de magia arcana.... si sale bien. Incluso, si no logra su objetivo, es posible que rompa la barrera entre mundos como venganza. Queremos la ayuda de los De Vonder en la batalla. Si no detenemos a Clinton... no necesito explicarlo.
—¿Qué propones? ¿Una alianza? ¿Con los humanos? —preguntó Uruk, con un gesto de desagrado.
—No tenemos elección —contesto Astrid.
—No, gracias —rechazó Xavier. El rostro y los ojos de las salamandras dejaba claro que hablaba por todos.
—Si no nos unimos, nos matará a todos —replicó Astrid.
—¡Que así sea! No nos uniremos a la dinastía, ni a los otros reinos. Pelearemos por nuestra cuenta —enfatizó Xavier.
Astrid se echó a reír.
—No vais a sobrevivir, sois muy débiles, he escuchado las historias. Ustedes dos no saben cómo usar la magia —dijo señalando a las salamandras. —Y tú no puedes enseñarles —señaló a Xavier.
—Eso es nuestro problema, ya encontraremos una forma —contestó Xavier.
—El enemigo de mi enemigo, es mi amigo —dijo Geralt, rompiendo su silencio.
Xavier lo miró fijamente.
—Escuché que quieres enseñar magia a los magos que han sobrevivido a la persecución en el Reino del Sur. Tengo la solución, el hombre perfecto para el trabajo —explicó Astrid.
Xavier la miró con duda.
—¿Recuerdas al maestro Delfín?
Xavier se puso de pie de un salto.
—¡Tiene que ser una broma!
—Son tiempos difíciles. Puedo asegurar que Clinton va a regresar, lo siento en los huesos. El miasma avanzará y consumirá el mundo entero, sé que lo recuerdas, estuviste allí. Tus muchachos son muy débiles para enfrentarse a eso— el tono de Astrid era agresivo.
Uruk se movió junto a Astrid y la sujetó del cuello.
—No —Astrid detuvo a Geralt quien se levantaba para defenderla. —Eres más fuerte que yo, pero no eres nada comparado con un mago arcano.
—Uruk —Xavier lo llamó.
Uruk retrocedió con un chasquido de lengua.
—No quiero ese hombre cerca de mí. No confío en los maestros de la Torre.
Astrid se echó a reír.
—Otra cosa que tienen en común.
Astrid le contó a Xavier cómo Delfín había sido engañado y traicionado por los maestros de la Torre y como ahora intentaba aprender magia arcana.
Xavier se echó a reír, abrió uno de los cajones del escritorio, tras el cual se encontraba sentado. Seis insignias de mago saltaron a la vista, una de ellas pertenecía a Aleum.
—De acuerdo —dijo Xavier para la sorpresa de Astrid y Geralt.
«Un momento...», dudó Astrid.
—Escúchame, espero que no estés pensando en vengarte de Delfín. No es un santo, pero ha tirado por la borda su orgullo, ahora aprende magia arcana para enfrentar a Clinton. Puede enseñar a los magos de Reino del Sur, puede entrenar a tus chicos. Es más útil vivo que muerto.
—Lo sé —contesto Xavier con una sonrisa macabra. —No te preocupes, no voy a matarlo aun, voy a hacer que me regrese todo lo que me quitó primero.
Xavier se echó a reír.
—Es una ironía pensar que el hombre que me destruyó en el pasado... construirá mi futuro.
Una sensación de escalofríos recorrió el cuerpo de Astrid. Como reguladora, había tratado con todo tipo de criminales, degenerados, asesinos y aberraciones con forma humana. Sabía reconocer a la gente peligrosa «Este no es el Xavier que conocí en la Academia, tampoco el que vi como noble en la Dinastía. Es un monstruo... pero no me queda elección».
—Enviaremos al maestro Delfín pronto, espero que pienses en el bien mayor y no en tus deseos personales —recordó Astrid.
—Ya te he dicho que no te preocupes, no soy un niño.
Geralt y Astrid marcharon de Mahaila; mientras viajaban en barco de regreso a la Dinastía, hablaron sobre los eventos ocurridos. Geralt aún estaba sorprendido de la capacidad de Astrid de manipular a la gente. La conocía desde hace años, sabía de su talento como estratega, pero esto era pura manipulación.
—¿Cómo?
Astrid se echó a reír.
—Delfín es un idealista, siempre lo fue, su deseo de aprender magia arcana es una forma de obtener poder y enfrentar la corrupción de la Dinastía, ha echado a un lado solo una parte de su orgullo. Si le ofreces la oportunidad de formar nuevos magos a la imagen de honor y decencia de sus sueños, la tomará. Además, podría resarcir sus errores con Xavier y con Aleum. Un hombre noble siempre estará atormentado por los errores de su pasado y daría su vida sin pensarlo con tal de corregirlos. Es fácil de manipular.
Astrid miró sus manos con cierto asco «Qué ironía, para vencer a Clinton he tenido que aprender y copiar mucho de él».
—¿Estás segura de que Xavier no matará al maestro?
—No lo creo. Ese hombre es frío como el metal. Odio es una de las pocas emociones que puede sentir, todo lo demás está muerto, vació; al final, todos somos Clinton.
—¿Qué son esas cosas? —preguntó Geralt recordando a Temma y Uruk.
—Son solo conjeturas, pero sin duda vienen del mundo de los dragones, son sobrevivientes de algún tipo, una raza intermedia... no lo sé. Ahora entiendo por qué son tan fuertes sin armaduras encantadas y que su afinidad a la magia de fuego esté al nivel de un mago titulado. Todo esto es bueno, serán una gran arma contra Clinton.
Unas semanas después, el maestro Delfín llegaba a Mahaila.
—Maestro Delfín, el tahal y los dioses serpiente le esperan —uno de los guardias le dio la bienvenida a la ciudad y lo escoltó.
Delfín entró en el amplio despacho, sus pies descalzos estaban sobre la alfombra roja. Frente a él, Xavier se encontraba sentado detrás del escritorio. A ambos lados, Temma y Uruk hacían de guardianes.
Xavier miró a Delfín fijamente. Vestía ropas comunes, holgadas al estilo del desierto. Su cabeza había sido rasurada, su cara desprovista de barba mostraba las quemaduras infligidas por los maestros de la Torre de Liev. Delfín se agachó en una reverencia ante el tahal.
«Cómo cambian las cosas», pensó Xavier.
—Vayamos directo al grano. No me agradas, no te agrado, pero tenemos un enemigo en común. Temma, Uruk y Moger son magos poderosos, pero no saben cómo usar su magia. Eras un gran profesor de la Torre de Liev, espero que cumplas con tus funciones y les enseñes como es debido. Astrid me ha avisado de que estás aprendiendo magia arcana. No nos importa, haz lo que quieras. Siempre y cuando no afectes nuestra posición con los locales y no uses a la población como sacrificio, me da igual. ¿Entiendes?
—Entiendo, gran Tahal —contestó Delfín.
Le sorprendió la apariencia de Temma y Uruk, pero Astrid ya le había avisado de lo que encontraría. «Así que estos son los posibles sobrevivientes de la raza de los dragones».
—También espero que crees una academia para magos en el sur.
Delfín y Xavier continuaban mirándose a los ojos, era obvio que había un asunto personal que solucionar.
—Uruk, Temma, salgan —ordenó Xavier.
Las salamandras y Delfín miraron confundidos a Xavier. La mirada firme de Xavier hizo a las salamandras cumplir con su petición. Xavier sacó una botella de ron, un par de vasos y sirvió la bebida. No había nerviosismo ni animosidad en su comportamiento. Delfín se acercó. Ambos tomaron un trago de la espirituosa bebida.
—Voy a matarte un día —dijo Xavier, sin mostrar ninguna emoción.
—Lo sé. Cometí errores en el pasado, cargo la culpa de eso, pero no creas que voy a entregar mi vida de forma voluntaria —dijo Delfín levantando su vaso.
—Como sea, tenemos un enemigo en común, me imagino que ya sabes que mis muchachos son en realidad dragones.
Delfín asintió.
—Son poderosos, fuertes y confío en ellos. No confío en ti, pero los chicos necesitan tu conocimiento, yo no puedo entrenarlos como es debido. Pero que te quede claro; si en algún momento tengo la sensación de que nos estás engañando, te mataré. No creas que no puedo hacerlo. —Se hizo un silencio incómodo durante unos segundos.
—También necesito que me enseñes magia arcana, pero los chicos no deben saberlo, nadie debe saberlo —dijo Xavier sorprendiendo a Delfín.
Delfín asintió, entendía perfectamente el deseo de poder.
Desde ese día, Delfín empezó a desempeñar sus funciones como el director de la recién establecida Academia de Magia del Reino del Sur. Fue una grata sorpresa saber que había algunos magos en el Reino del Sur. Algunos que ocultaron su despertar, otros que fueron protegidos por sus padres. Ahora todos podían salir a la luz, nadie se atrevía a contradecir a los nuevos tahales y cazar a los magos.
Delfín enseñaba magia a los magos del sur y a las salamandras. Una vez, cada dos o tres días, se reunía con Xavier en secreto para enseñarle magia arcana. Por desgracia, Xavier no tenía talento para ello.
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heguendm 2025-09-07 18:27:03

Me alegro te guste. A ver si mas lectores opinan lo mismo.

Avatar de Admon_Remon
Admon_Remon 2025-09-07 15:57:00

Esta entretenido el capitulo.